Adecuar el espacio: Acomodá los muebles y objetos en tu hogar de manera que tu perro tenga espacio suficiente para caminar y moverse libremente. Trazá recorridos por toda la casa y cuidá que los adornos queden fuera del alcance de su cola (esto evitará que rompa cosas que pueden lastimarlo).
Asignale su lugar: Todos los perros necesitan un lugar propio en casa, donde sepan que ahí nadie moverá sus cosas y que ahí pueden relajarse y descansar de manera segura.
Asegura ventanas, puertas y balcones: Cualquier movimiento en la calle llama la atención de un perro. Algunas cosas pueden motivarlo tanto que le den ganas de ir, la motivación le impedirá pensar que se encuentra en un piso alto y puede querer salir.
Cuando estés en casa aprovechá para mostrarle las ventanas y balcones permitiéndole que se asome (mientras lo sujetás) y decile ¡cuidado! Con la repetición aprenderá que son lugares altos y debe tener cuidado.
Baño y Cocina: En cuanto al acceso a la cocina o el baño es recomendable mantenerlo cerrado cuando no puedas supervisarlo, a menos que te hayas tomado el tiempo para enseñarle que no debe tomar ni comer nada de esas áreas. Si es un cachorro, deberás tener cuidado de establecer un lugar donde pueda hacer sus necesidades, que tenga agua limpia disponible para que no la busque en estos lugares.
Rutina para ir al baño: Si tu perro ya sabe evacuar sobre periódico, entonces no tendrás mayor problema. Pero si tu objetivo es enseñarlo a únicamente ir al baño cuando tú lo lleves afuera, entonces debés acostumbrarlo a esta rutina: Un perro que vive en departamento necesita salir un mayor número de veces al día, ya que necesita ir al baño. Pasearlo por la mañana cuando menos de 45 a 60 minutos y por la tarde noche
otros 45 a 60 minutos, asegurándote que a mitad del día pueda ir nuevamente a hacer sus necesidades.
Alimentación: Es vital que no le dejes el plato de alimento disponible todo el día y digas “me voy a trabajar”, porque darles acceso libre al alimento puede derivar en problemas de apatía para comer, desnutrición o por el contrario, sobrepeso. Por lo tanto, debés controlar cuándo come y qué.
Considerá a los vecinos: Muchos de nosotros acostumbramos jugar dentro de casa con nuestros perros o los entretenemos con juguetes interactivos o su pelota. Este tipo de actividades implican mucho movimiento, y en pisos de cerámica o madera las uñas de tu perro harán ruido que se amplificará para quienes viven en el departamento de abajo. Considerá poner alfombras y mantener a tu mascota tranquila durante la noche y las
mañanas del fin de semana. Siempre usá su collar y correa para salir por la puerta principal del edifico para evitar accidentes o situaciones que puedan mal interpretarse. No dejes que baje corriendo por las escaleras de edificio ni mucho menos ladrar en las puertas de los perros vecinos.